El Altiplano Chileno es tal vez uno de los destinos más impactantes del norte de Chile, donde sus azules cielos y áridos paisajes esconden más de un atractivo que no te querrás perder. ¡Descúbrelos! 

El Altiplano Chileno forma parte del Altiplano Andino, una extensa planicie ubicada a una altura de 3.800 metros sobre el nivel del mar, que abarca parte del noreste de Argentina, el centro oeste y sur oeste de Bolivia, parte del norte de Chile y parte del sur del Perú. 

En el norte de Chile hasta la provincia de Chañaral, es donde la Cordillera de Los Andes forma un imponente macizo que se levanta frente a la depresión intermedia, formando un plano inclinado, desde donde proviene su nombre. 

Pese a que se caracteriza por su clima árido y la ausencia de lluvias, el altiplano chileno posee gran variedad de fauna nativa como vicuñas, vizcachas, taguas, flamencos, por nombrar algunos, que hacen que su paisaje sea aún más llamativo e impactante. ¿Qué tienes que ver en este destino? En Cometo te damos todos los datos para que no te pierdas nada.

¿Cómo llegar? 

Si vienes de Santiago, puedes tomar un avión directo a Arica para comenzar con la travesía. Desde ahí puedes arrendar auto para ir recorriendo los distintos pueblos y localidades que se encuentran en este trayecto, por la carretera Panamericana Internacional o Ruta CH-11. Otra opción es llegar a Iquique, ya que los destinos que aquí te proponemos se encuentran entre ambas ciudades.

¿Cuándo ir?

Gracias a sus agradables temperaturas que oscilan entre los 15 y 26 grados, el altiplano se puede visitar todo el año. De noviembre a marzo es ideal para disfrutar de sus atractivos turísticos.

Socoroma, un pueblo mágico

En la Provincia de Parinacota, tomamos como punto de partida Arica, donde puedes llenar el estanque del auto, comprar provisiones, quedarte en los mejores hoteles o disfrutar de sus playas mientras te preparas para lo que se viene.

Desde Arica a Socoroma son alrededor de 2 horas de viaje si vas manejando por la Panamericana Internacional o Ruta CH -11. Esta pintoresca localidad se encuentra a 3.000 metros de altura, por lo que es ideal para aclimatarse a la altura antes de seguir subiendo al Lago Chungará, por ejemplo. Socoroma es popularmente conocida por la canción “Camino a Socoroma” de Los Yanacochas, grupo que se presentó en el Festival de Viña del Mar en 1988.

Esta localidad de origen precolombino, fue ocupada por los españoles y su capilla data del año 1560. Su principal atractivo es su esencia colonial que permanece hasta el día de hoy, con sus calles empedradas. De hecho, la más ancha del pueblo, se utilizaba antiguamente para las cabalgaduras de arrieros. 

La Iglesia de San Francisco, construida en adobe y piedra tallada, fue restaurada en 1883 y posee gran influenza hispana. Su arquitectura se asemeja a varias capillas de la zona norte, donde el adobe era el principal material para construir.

Socoroma es popularmente conocida por la canción “Camino a Socoroma” de Los Yanacochas.

Lago Chungará y su fauna imperdible

Desde Socoroma al Lago Chungará tenemos alrededor de hora y media de trayecto y es uno de los destinos preferidos de los turistas por su mezcla de colores. Si prefieres ir directamente desde Arica, son 3 horas hasta llegar al Lago Chungará, por la Carretera Panamericana Internacional.

Ubicado en la Provincia de Parinacota, es considerado como uno de los lagos más altos del mundo, pues se encuentra a 4.500 metros sobre el nivel del mar y se compone por los volcanes Parinacota, Pomerape, el nevado Sajama y Guallatiri. Se encuentra dentro del Parque Nacional Lauca a 54 km de Putre y tiene una extensión de 21,5 km. 

La maravillosa topografía del Lago Chungará contrasta con la variedad de fauna que ahí podrás encontrar, como alpacas, guanacos, pumas, llamas, zorros, y aves como el cóndor, ñandú, o flamenco chileno.

Las bajas temperaturas del Lago Chungará son ideales para flamencos, vicuñas o alpacas.

Termas de Jurasi y la leyenda de la eterna juventud

Llegar a las Termas de Jurasi es un panorama ideal para quienes quieren relajarse después de haber estado el día completo recorriendo el altiplano y sus alrededores. Inmersa en la naturaleza misma, sus pozones de agua tibia son simplemente un sueño. Desde Socoroma son solo 30 minutos de viaje para llegar a este idílico lugar.

Y si las leyendas son lo tuyo, los lugareños te podrán contar la historia de la princesa inca que no envejecía gracias a los poderes de las aguas termales, incluso mientras todos los que la rodeaban sí lo hacían.

Para sumarle su lado más aventurero, se puede realizar trekking en las cercanías a las termas, lo que lo convierte en un destino completo.

Las leyendas que rodean las Termas de Jurasi harán que quieras sumergirte en sus cálidas aguas.

Codpa y su vino imperdible

A solo una hora y media en auto, se encuentra Codpa, una pequeña localidad perfecta para desconectarse. Inserto en la estrecha quebrada de Vítor, en la comuna de Camarones, Codpa es territorio ancestral de diferentes comunidades indígenas, en la que, hasta el día de hoy, se dedican a la producción agrícola. Gracias al invierno boliviano, en el que recibe cerca de 300 milímetros de agua al año, esta localidad es un lugar ideal para la producción del vino.

Incluso los paladares más exigentes no podrán olvidar el Pintatani, un licor artesanal que se fabrica con las primeras cepas de uva de la temporada. Tal es su reputación, que, en torno al mes de mayo, Codpa es el centro de atención con su tradicional Fiesta de la Vendimia. Así que prepárate para disfrutar de sus mejores vinos junto a sus lugareños.  

Además de su tradicional vino, este oasis se caracteriza por la Iglesia de San Martín de Tours, construida en 1668, siendo la segunda más antigua de Chile. Y, por si fuera poco, y quieres seguir disfrutando de este destino, recuerda mirar al cielo cuando el sol se esconda. Sus estrellas de seguro te sorprenderán.

No puedes dejar de probar el Pintatani, un licor tradicional de Codpa.

El misterio de la Laguna Roja 

En la localidad de Camiña, a casi 3 horas desde Iquique, se encuentra la deslumbrante Laguna Roja. Llamada Mar Rojo por los habitantes de la zona, esta laguna, tal como lo indica su nombre, es de un intenso color rojo, muy poco habitual. Se cree que la coloración de sus aguas se debe a las altas temperaturas del agua (entre 40 y 50°) además de las algas que habitan en las profundidades. Antiguamente se creía que la Laguna Roja tenía poderes sobrenaturales, pues algunos aimaras murieron al beber sus aguas.

El rojo intenso que compone las aguas de la Laguna Roja contrasta con el resto del paisaje.

Salitreras de Humberstone y sus años de gloria 

A solo 47 kilómetros de Iquique, se encuentra Humberstone, localidad conocida por sus salitreras. Construida en 1872 por la Peruvian Nitrate Company, ya en 1889 era una de las salitreras más grandes de la región con gran capacidad productiva y económica para la zona. Hoy es vista como un testimonio invaluable de la historia del salitre y pese a que sus instalaciones presentan deterioro, es un destino turístico que vale la pena visitar. 

Al estar totalmente deshabitada, se produce una sensación casi fantasmagórica, que los amantes de los misterios y fotografías amarán. En Humberstone, es posible apreciar el centro social, comercial y público de la oficina, donde se encuentra la capilla, la pulpería, su teatro construido en madera, el hotel y la gran piscina con gradería y la plaza. En 1970 fue declarada Monumento Histórico.

Las salitreras de Humberstone fueron claves para el desarrollo económico de la región.

Termas de Mamiña: un secreto en medio del desierto

Resguardado en medio de la cordillera y a 125 kilómetros de Iquique, encontramos las Termas de Mamiña, emplazadas en el Valle que lleva el mismo nombre. Sus cálidas aguas alcanzan los 42° y suele recomendarse para tratar enfermedades como reumatismo o dolores musculares, o simplemente para relajarse y disfrutar.

Además de sus clásicas aguas termales, Mamiña ofrece Barros Chinos, ideales para personas que tienen problemas a la piel o quieren sentirse en un verdadero spa. En Mamiña se puede visitar, además, la Iglesia de San Marcos que data del año 1632, que aún conserva imágenes de origen pre inca. Recorrer el lugar a pie es ideal además para apreciar petroglifos que ahí se encuentran. La Iglesia de San Marcos en Mamiña es un imperdible después de darte un baño en las termas.

La Iglesia de San Marcos en Mamiña es un imperdible después de darte un baño en las termas.

Oasis de Pica, una verdadera flor en la arena

A solo una hora y media de Iquique, encontramos el Oasis de Pica, que significa “flor en la arena”. Y para hacerle honor a su nombre, es eso justamente lo que ofrece: un pequeño paraíso entre el desierto. Es conocido por ser un lugar turístico que ofrece piscinas termales dentro del árido paisaje nortino. 

Aquí podemos encontrar por ejemplo, el cocha resbaladero. Se trata de una piscina natural situada entre las rocas, con dos cuevas de donde surge el agua. Además de este atractivo turístico, el pintoresco pueblo de Pica es un destino imperdible si andas por esta zona, pues sus casas típicas construidas en madera revestida de caña de guayaquil, siguen manteniendo la arquitectura tradicional de la zona. La Iglesia San Andrés construida entre 1880 y 1886 es la tercera más antigua del lugar. Pica es conocida también por sus deliciosos limones, los “limones de pica”, pequeños y jugosos, excelentes para preparar el tradicional pisco sour chileno.

Cocha resbaladero es uno de los principales atractivos del Oasis de Pica.

Salar de Huasco: contemplación y tranquilidad

Desde Iquique y tomando el camino hacia Humberstone por la Ruta 16 y A – 651, con 2 horas y media de trayecto, podemos llegar al Salar de Huasco, un lugar ideal para contemplar su flora y fauna. Declarado como Santuario de la Naturaleza, este lugar posee una gran zona de humedales que se encuentran a 4.000 metros de altura y están sustentados por acuíferas salinas subterráneas perfectas para la fauna nativa como flamencos y vicuñas.

Si quieres un momento de tranquilidad, visitar el Salar de Huasco es ideal para terminar el día.

Reserva Nacional Pampa del Tamarugal

A una hora de Iquique encontramos la Reserva Nacional del Tamarugal que fue creada en 1987. Cuenta con un área silvestre protegida de 128.763 hectáreas, las que a su vez están fraccionadas en cuatro zonas. Por un lado, tenemos la plantación forestal nativa más grande del país, los Geoglifos de Pintados, y por otro, los vestigios de la Guerra del Pacífico y los puquios del Salar de Llamara. Este lugar se caracteriza por la protección de especies de fauna nativa como aguiluchos, lechuzas, jotes de cabeza roja, zorro culpeo y zorro chilla.

Un interesante atractivo en la reserva es sin duda los Geoglifos de Pintados, los que fueron construidos por pueblos prehispánicos en las laderas de los cerros entre los años 700 y 1500 d.c. En ellos se utilizó la técnica de extraer material superficial del cerro para generar contraste con el material natural que ahí quedaba. 

Se cree que fueron realizadas para guiar a los viajeros que por ahí pasaban. También podrían haber sido utilizados para señalar flujos de agua, acompañar ritos locales o representar pertenencia de los pueblos indígenas.

Los Geoglifos de Pintados son un imperdible si quieres saber más de las culturas indígenas.