Copiapó es la capital de la Región de Atacama, se emplaza en el valle del río Copiapó y es conocido por ser una zona con importante actividad minera y agrícola, desde donde se cosechan y fabrican los mejores vinos de nuestro país. 

La ciudad misma cuenta con su arquitectura típica, declarada patrimonio, donde destacan la Casa Matta, la Iglesia Catedral, la Casa de los Ex Empleados de Ferrocarril y la primera Estación de Ferrocarriles.

Su temperatura promedio de 18°C y con sus precipitaciones anuales de 14 mm, hacen de este lugar ideal para visitarlo durante todo el año y disfrutar de los múltiples atractivos que ofrece.

¿Cómo llegar? 

Desde Santiago, Iquique, Antofagasta o Calama se puede llegar vía área, y desde cualquier otra ciudad de Chile, como Puerto Montt o Punta Arenas, con al menos una conexión en Santiago.

Por la Ruta 5 Norte es posible llegar por vía terrestre desde cualquier ciudad hacia Copiapó, a través de transporte público o vehículo propio.

De hecho, si optas por esta última opción, te recomendamos recorrer esta zona en camioneta o 4x4. Muchas de las empresas que arriendan autos ofrecen de hecho, camionetas mineras que son ideales para recorrer cualquier tipo de camino. 

¿Qué hacer en Copiapó y sus alrededores?

Además de visitar la capital de la región de Atacama, en la que convive la vegetación nativa con la arquitectura típica de la localidad, los alrededores de Copiapó ofrecen variados atractivos turísticos que vale la pena conocer. En Cometo te damos todos los detalles para que no te pierdas nada. 

Salar Pedernales y sus profundas aguas turquesas

A 237 kilómetros de Copiapó y enclavado en medio de las cordilleras Domeyko y Claudio Gay se encuentra el Salar Pedernales, una vasta extensión de salares ubicada en una depresión de montañas, formando lagunas turquesas en su interior.

Al encontrarse a 3.346 metros por sobre el nivel del mar, es posible hallar fauna nativa como flamencos andinos, chilenos y patos juarjual. Además de su evidente belleza, el Salar de Pedernales se caracteriza por estar rodeado de cerros donde se han encontrado restos fósiles marinos.

El lugar es ideal para el turismo aventura, la excursión y por supuesto tomar las mejores fotografías. 

El Salar Pedernales se caracteriza por sus profundas aguas turquesas.

El impactante Parque Nacional Nevado de Tres Cruces

A tres horas de Copiapó por la Ruta 31 – CH se encuentra el Parque Nacional de Tres Cruces, que se compone de dos áreas: una en la comuna de Copiapó y la otra en Tierra Amarilla. Mientras que la fauna considera uno de sus principales atractivos como distintos tipos de flamencos, no hay que dejar de lado sus recursos hídricos: la laguna del Negro Francisco y la laguna Santa Rosa, son hábitat para flamencos, patos, vicuñas y alpacas. 

Dentro del parque está además el impresionante volcán Copiapó que está a 6.000 metros por sobre el nivel del mar y en el que es posible encontrar un santuario creado por la cultura andina.

En verano, hay nevadas ocasionales que se producen por el fenómeno del invierno boliviano, pudiendo llegar a temperaturas de -30°c.

El parque Nacional Nevado Tres Cruces es hábitat ideal para distintos tipos de flamencos.

Laguna Verde, un pequeño paraíso

A 265 kilómetros de la ciudad de Copiapó, se encuentra la Laguna Verde, un pequeño paraíso natural, rodeado de volcanes y cerros que superan los 5.000 metros de altura. Las impresionantes tonalidades del agua, hace que sea el escenario favorito de montañistas.  

En la orilla sur se encuentran las Termas de Laguna Verde, aunque actualmente no existe infraestructura para disfrutar de ellas. La fauna se caracteriza por piuquenes y flamencos que visitan el lugar en época estival.

Este destino es ideal para realizar trekking, escalada, alta montaña y contemplación del entorno.

Laguna Verde conforma un entorno ideal para la fotografía y contemplación

Pan de Azúcar y su increíble entorno

A dos horas y media de Copiapó y a pocos kilómetros de Chañaral podemos encontrar el parque nacional Pan de Azúcar. Sus más de 40 mil hectáreas están divididas entre la región de Atacama y la región de Antofagasta. 

El parque se caracteriza por tener gran riqueza de fauna como pingüinos de Humboldt en la isla Pan de Azúcar, guanacos, zorros y reptiles, chungungos, pelícanos, entre otros. Además de la evidente riqueza de su fauna, es una importante área arqueológica, en la que se han encontrado elementos con más de 8 mil años de antigüedad. Su paisaje es una mezcla perfecta entre la aridez del desierto y la humedad del mar, que conforman este impactante paisaje ideal para la contemplación y fotografía. 

Su entorno es perfecto para practicar kayak en las playas Blanca y Los Piqueros y si te gusta hacer trekking están el sendero Mirador, Quebrada Castillo o Las Lomitas, que te permitirán ver el borde costero o encontrarte con guanacos en el camino. Pan de Azúcar es una zona ideal para el camping, por lo que si durante el día disfrutas de sus senderos y playas, de noche, antes de acostarte, puedes apreciar de sus cielos estrellados completamente despejados.

Si acampar es lo tuyo, Pan de Azúcar reúne todo lo necesario para que disfrutes lo mejor del desierto y del mar, así como cielos estrellados de noche

Playa la Virgen o un pedacito de Caribe

Si la playa es lo tuyo, este tal vez es el destino más apetecido por los amantes de las arenas blancas. A solo una hora de Copiapó encontramos Playa la Virgen, un pequeño paraíso en medio del desierto. Su forma de semicírculo protege del viento y hace que sus aguas sean más cálidas que otras playas del océano Pacífico. Sumado a sus arenas blancas y perfecto entorno, sentirás que estás en el Caribe.

La playa cuenta con 32 zonas de camping además de cabañas equipadas para que puedas quedarte ahí mismo. Considera eso sí, que hay poca señal de celular y no cuentan con wifi, por lo que, si la conexión es importante para ti, tal vez sea mejor hospedarte en Caldera o Copiapó y solo viajar por el día a la playa. 

Otra consideración importante es llevar efectivo, ya que los restaurantes que ahí se encuentran no tienen sistema para poder pagar con tarjetas. 

Playa la Virgen es un destino perfecto para la desconexión

Nevado Ojos del Salado: el segundo volcán más alto del mundo

Sobre el límite de Argentina y Chile y a casi 7.000 metros sobre el mar, encontramos el volcán Nevado Ojos del Salado, el segundo volcán más alto del mundo, después del Aconcagua, formando parte del “Techo de América”, por superar los 6 mil metros de altura.

El Volcán Ojos del Salado es el favorito de montanistas, que pueden escalarlo entre octubre y marzo, pues el volcán cuenta con 2 refugios en la ladera noroeste. Sin duda, un panorama imperdible si lo tuyo es el hiking, aunque es importante considerar que el último tramo es de alta complejidad por lo que se recomienda el uso de cuerdas y equipo profesional de escalada. También tiene senderos para mountain bike y trekking. Su entorno es perfecto para disfrutar de escenarios desérticos, combinados con valles glaciares, campos de hielo y montañas. 

El Nevado Ojos del Salado es el segundo volcán más alto del mundo.

Huasco y el desierto florido

A 220 kilómetros de Copiapó encontramos Huasco, una localidad ideal para conocer sus sabores desérticos. Su clima templado lo hace perfecto para visitar durante las cuatro estaciones del año, haciéndole honor a su nombre “Jardín de Atacama”. Este clima templado es idóneo, además, para sus olivos centenarios y su dulce pajarete, un licor que debes probar.

Hacia la costa y a solo 35 minutos de Huasco tenemos el Parque Nacional Llanos de Challe, que posee 45.000 hectáreas de flora y fauna autóctona. Es aquí donde, gracias a las lluvias esporádicas, es posible apreciar con mayor fuerza el fenómeno del desierto florido, uno de los atractivos más impresionantes del desierto de Atacama.

El parque nacional Llanos de Challe es perfecto para apreciar el fenómeno de desierto florido

Caleta Chañaral, hábitat para rica fauna nativa

A 568 kilómetros de Copiapó, se encuentra Chañaral de Aceituno, hábitat natural de pingüinos de Humboldt, nutrias, petrel peruano, delfines nariz de botella, ballenas y cachalotes que forman parte de la reserva nacional de Pingüinos de Humboldt. 

Dentro de este paraíso rico en flora y fauna nativa, encontramos la Caleta Chañaral de Aceituno, donde antiguamente se asentaron comunidades costeras prehispánicas conocidas como changos. Actualmente en el pueblo viven alrededor de 140 familias que se dedican a la pesca y al turismo. 

 Su evidente atractivo visual se refuerza con su gastronomía local, que combina lo mejor del mar y del campo. Así que, si eres amante de la gastronomía marina, este es tu lugar. Su riqueza marina es ideal además para amantes del buceo, en el que podrás encontrar gran variedad de fauna nativa.

 La zona es conocida también por la producción de aceite de oliva artesanal, así como también de vino.

En Chañaral de Aceituno podrás encontrar pingüinos de Humboldt.