¿Cómo definir este archipiélago del sur de Chile? Fácil: es un lugar de gente sencilla y acogedora, donde nacen leyendas por doquier, los paisajes son mágicos y el cariño se traspasa por el paladar.
Cerrar los ojos e imaginar bosques con entramados árboles por los que se cuela la luz, mientras el sonido de la lluvia y los animales es lo único que se escucha, es transportarse a las islas de Chiloé. Ubicada en la Región de Los Lagos, este pedacito del paraíso en la tierra es también un lugar lleno de magia, costumbres, cultura y tradición.
Su cercanía con Puerto Montt permite que muchos viajeros puedan visitarla por el día, aunque la mejor decisión sería destinarle al menos una semana para recorrerla de norte a sur, desde Ancud hasta el Parque Tantauco.
Chiloé tiene infinitos paisajes naturales para quedar asombrado / Crédito foto: Tetraigofotos, disponible en https://www.flickr.com/photos/tetraigofotos/12042108644/
Sólo así sería posible vivir experiencias tan únicas y auténticas como participar en el proceso del curanto al hoyo, respirar con los brazos abiertos frente al océano en el muelle de Las Almas, sentir la lluvia caer entre medio de un bosque del Parque Nacional Chiloé o encantarse con el patrimonio de sus iglesias.
¿Dónde queda Chiloé?
Chiloé se encuentra en la Región de Los Lagos, justo al sur de Puerto Montt. Es, en realidad, un archipiélago en el que la isla grande de Chiloé es la de mayor magnitud, con 180 kilómetros de norte a sur.
Para llegar a Chiloé es necesario tomar la Panamericana hacia el sur hasta la localidad de Pargua, donde zarpa el transbordador que en media hora cruza el canal de Chacao rumbo al pueblo del mismo nombre. Esta embarcación es la alternativa tanto para quienes viajan en auto como también para quienes lo hacen a pie.
El canal de Chacao conecta Chiloé con el continente / Crédito foto: Alejandro Lopez, disponible en https://www.flickr.com/photos/yopuz/3381546020/
Por otro lado, desde 2012 el aeródromo Mocopulli, ubicado en la comuna de Dalcahue, recibe vuelos comerciales de LATAM, una excelente alternativa para quienes buscan llegar a Chiloé de forma rápida y sin tener que pasar por Puerto Montt.
Mejor época para ir a Chiloé
El mejor momento para visitar Chiloé es durante el verano, pues las temperaturas suben un poco en comparación con el resto del año y existen menores probabilidades de precipitaciones, aunque bien vale decir que en la isla llueve todo el año. De todas maneras, es difícil que alcance máximas superiores a los 20°C.
A pesar de que no es una isla extremadamente grande, tiene diferentes climas dependiendo de la costa. Así, la cara que da hacia el Pacífico es más lluviosa y fría que la parte que se enfrenta al continente.
Gastronomía típica de Chiloé
Si hay algo que caracteriza a Chiloé es su cocina local. De allí han surgido diversos platos que hoy se preparan a lo largo de todo Chile, pero no hay nada como probarlos en el lugar donde se originaron.
El curanto al hoyo es el plato típico de Chiloé / Crédito foto: madhseason, disponible en https://www.flickr.com/photos/mdgarq/3862422780/
El emblema chilote por excelencia es el curanto al hoyo. Así, tal como suena, se hace un agujero en la tierra en el que se ponen piedras calientes, para luego cocinar en ellas diversos mariscos, carnes, papas, chapaleles y milcaos. Todo se tapa con hojas de nalca y se cocina a vapor hasta que esté cocido. Más allá de lo delicioso que es el resultado, lo entretenido es participar en el proceso de preparación.
Pero, ¿qué son el chapalele y el milcao? El primero es una masa hecha con papas y harina de trigo, mientras que el milcao es una especie de pan frito hecho con papa y chicharrones o longaniza. Y sí, tal como se ve, la papa tiene un lugar predominante en la cocina chilota, pues en la isla se cultivan más de 400 especies diferentes.
¿Qué hacer en Chiloé?
Ancud
Es una de las ciudades más grandes de toda la isla de Chiloé y el punto de partida más clásico para quienes llegan a ella a través del canal de Chacao. En Ancud hay que visitar lugares como la plaza principal, el Fuerte San Antonio, el Fuerte de San Carlos y la hermosa playa Arena Gruesa.
Ancud es la primera gran ciudad de Chiloé / Crédito foto: TravelHound.cl, disponible en https://www.flickr.com/photos/156030159@N03/34608876123/
Desde Ancud se puede llegar fácilmente hasta el Monumento Natural Islotes de Puñihuil, donde se encuentran las famosas pingüineras. Entre principios de octubre y mediados de noviembre llegan a ella numerosos pingüinos de Humboldt y de Magallanes para reproducirse, migrando nuevamente al final de la temporada. En estos tres islotes también es posible ver diversas especies de aves y nutrias.
Dalcahue e isla Quinchao
Continuando por la Ruta 5 hacia el sur, vale la pena tomar el desvío rumbo a la ciudad de Dalcahue. Allí hay que conocer principalmente tres lugares: su iglesia patrimonial, la feria artesanal y las deliciosas cocinerías, especialmente a la hora de almuerzo.
Curaco de Vélez es parte de la isla Quinchao / Crédito foto: David Stanley, disponible en https://www.flickr.com/photos/davidstanleytravel/49695602518
Un ferry conecta la ciudad de Dalcahue con la isla Quinchao, la tercera más grande del archipiélago. En la ruta se pueden visitar pequeñas localidades como Curaco de Vélez, Achao y Quinchao, encontrándose en el camino con hermosos miradores, exquisitas opciones para comer y muchísimos artesanos.
Castro
Al sur de Dalcahue, Castro es esa imagen mental que todos tenemos de Chiloé: palafitos, mercados, iglesias y casas con tejuelas, y una arquitectura muy propia se hacen realidad al poner un pie en la ciudad. Desde la Plaza de Armas, donde se encuentra la iglesia San Francisco hay que aventurarse hasta llegar a Pedro Montt, para conocer las famosas casas construidas sobre pilares encima del agua.
Los palafitos de Castro son un ícono de la ciudad
Al final de la costanera se alza el famoso Mercado Municipal Lillo, el lugar ideal para conocer los ingredientes que forman parte de las recetas clásicas de la isla, pero también para comprar algunas artesanías típicas de recuerdo. Además, es perfecto para probar los más ricos milcaos y chapaleles.
Parque Nacional Chiloé
Antes de seguir rumbo al sur, hay que hacer una parada en el Parque Nacional Chiloé, que abarca toda la costa de cara al Pacífico, entre las zonas de Chepu y Abtao. Con 10 kilómetros de extensión de norte a sur, guarda innumerables senderos de diferente dificultad, que permiten disfrutar de los paisajes de la cordillera de La Costa (o de Pichuén, como se le llama a esa altura).
El Parque Nacional Chiloé tiene senderos para todos los niveles / Crédito foto: TravelHound.cl, disponible en https://www.flickr.com/photos/156030159@N03/35031415170/
El parque es rico en selva valdiviana y bosques siempreverdes, ríos que desembocan en el mar, lagos, lagunas y una inmensidad de flora y fauna. Pero si hubiera que escoger sus puntos más interesantes, no podrían quedar fuera las dunas del sector Chanquín, la colonia de lobos marinos de la isla Metalqui ni la playa del sector Cole-Cole.
Muelle de Las Almas
Saliendo del Parque Nacional Chiloé rumbo a la localidad de Cucao, comienza el pequeño camino que conduce al famoso muelle de Las Almas, obra del artista Marcelo Orellana Rivera. Pero esta pasarela de madera no es sólo un hermoso lugar para sacarse fotos, pues también representa la antigua leyenda huilliche según la que, cuando alguien muere, debe viajar a los acantilados de Punta Pirulil para llamar al balsero Tempilkawa y viajar hacia el horizonte.
El muelle de Las Almas está basado en una antigua leyenda huilliche.
La caminata rumbo al muelle comienza en Rahue y toma alrededor de 50 minutos a través de un sendero de baja dificultad. Al final del recorrido, nadie queda indiferente ante el paisaje compuesto por esta pasarela, la vegetación que la rodea y los acantilados que se alzan sobre el océano.
Parque Tantauco
La ciudad de Quellón marca el final de la Ruta 5, siendo además la última localidad de la isla de Chiloé. Desde ahí zarpa la lancha municipal que conduce a caleta Inío, la puerta de acceso al Parque Tantauco. Se trata del extremo más austral de la isla de Chiloé, y la Corporación Nacional del Medio Ambiente lo ha catalogado como un sitio prioritario para la conservación de la biodiversidad.
El Parque Tantauco marca la parte sur de Chiloé / Crédito foto: Nicolás, disponible en https://www.flickr.com/photos/jackripper/24282338291/
En su interior, diversos senderos para recorrer por uno o varios días permiten adentrarse en sus ecosistemas, con selvas siempreverde y valdiviana, además de extensas hectáreas de bosque nativo. Las caminatas se insertan en hermosos paisajes donde conviven especies amenazadas como el ciprés de Las Gaitecas, el olivillo costero, huillines, zorros chilotes y ranitas de Darwin, entre muchas otras.
Ruta de las iglesias
A lo largo y ancho de Chiloé, 16 iglesias han sido declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, creando así una ruta que reúne los templos más hermosos de la isla. Todos ellos fueron construidos entre siglos XVIII y XX y son parte del legado cultural de la Escuela Chilota de Arquitectura Religiosa en Madera.
La ruta de las iglesias está compuesta por 16 construcciones.
Las iglesias se encuentran en la parte central del archipiélago, repartidas entre la isla grande de Chiloé y algunas de las islas cercanas. La ruta está compuesta por los siguientes templos:
- Iglesia de Achao
- Iglesia de Quinchao
- Iglesia de San Francisco (Castro)
- Iglesia de Rilán
- Iglesia de Nercón
- Iglesia de Aldachildo
- Iglesia de Ichuac
- Iglesia de Detif
- Iglesia de Vilupulli
- Iglesia de Chonchi
- Iglesia de Tenaún
- Iglesia de Colo
- Iglesia de San Juan
- Iglesia de Dalcahue
- Iglesia de Chelín
- Iglesia de Caguac
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