Qué hacer en Iquique: guía turística de la ciudad 2024

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Esta es una invitación a replantearte la forma en que querías conocer la famosa tierra de campeones. Porque verás cómo tres días no bastan para abarcar todo lo que hay que ver en Iquique, sus alrededores y el majestuoso altiplano de Tarapacá.

Desde hace mucho, mucho tiempo, Iquique es sinónimo de perfumes baratos, electrónica al alcance de la mano y compras generales a buen precio. Y es que su carácter de zona franca ha atraído miradas y turistas desde hace varias décadas atrás.

Pero poco a poco la perspectiva se ha ido expandiendo sobre la ciudad e, incluso, más allá de ella. Hoy Iquique es playa, buen clima todo el año, sabor a mango fresco, historia y también patrimonio. Claro, sin dejar de lado su cara más salvaje, pues es también la puerta de entrada para lugares naturales que jamás habían pasado por tu radar. Acá los descubriremos juntos.




¿Dónde queda Iquique?

Iquique se encuentra en el norte grande de Chile, en la costa entre Arica y Antofagasta. Es la capital de la Región de Tarapacá y uno de los puertos más importantes del país. La forma más fácil de llegar a la ciudad es por vía aérea, con varias frecuencias de vuelos que conectan Santiago e Iquique diariamente. También es posible hacerlo de forma terrestre, a través de la carretera Panamericana.




Mejor época para ir a Iquique

Los mejores meses para viajar a Iquique son entre octubre y marzo, pues los días comienzan a ser más cálidos y se puede disfrutar de la playa. La temporada alta se da durante el verano, principalmente en enero y febrero, con un termómetro que puede alcanzar agradables 24°C como promedio.

Cabe destacar, de todas formas, que tiene un excelente clima durante todo el año, con escasas lluvias e inviernos para nada fríos. Si no buscas en Iquique un destino de sol y playa, sino más bien una buena oferta cultural y panoramas naturales, de seguro la mejor época para viajar a Iquique será en temporada baja.




¿Qué comer en Iquique?

Iquique es famoso por sus deliciosas frutas tropicales que no se encuentran tan fácilmente en otros lugares de Chile, como el mango, la guayaba y el maracuyá. Son sabores clásicos del norte de Chile y podrás probarlos tal cual, o bien en forma de jugos y helados.

Por otro lado, el altiplano de Iquique tiene las características necesarias para cultivar diversos tipos de quínoa, un cereal que poco a poco ha ido adquiriendo un protagonismo especial en la gastronomía de Tarapacá. Muchos restaurantes de la ciudad la sirven como acompañamiento, pero de seguro podrás probarla en las “picadas” tradicionales cuando visites las localidades cercanas a la cordillera de Los Andes.

Por supuesto, en la gastronomía de Iquique abundan los platos preparados con pescados y mariscos. Y cómo no, si tienen las mejores especies al alcance de la mano. Lo mejor de todo es que las zonas más turísticas de la ciudad tienen excelentes restaurantes para irse a la segura con los mejores platos del mar.

Pero, antes de sentarte y pedir cualquiera de estas preparaciones, empieza por lo primordial: el pisco sour de limón de pica. Esta especie es producida en el oasis de Pica, al interior de Iquique, y se caracteriza por su sabor intenso y por su gran cantidad de jugo. Para qué estamos con cosas: pídelo en formato catedral desde el principio.

De postre o como snack a cualquier hora del día, no puede faltar el chumbeque. Se trata de una barrita dulce hecha con capas de hojaldre rellenas con miel natural o saborizada con frutos tropicales. Para irte a la segura, busca el original de la marca M. Koo –que se encuentra en todos los kioskos iquiqueños– la fábrica familiar que creó la receta en 1920 y la mantiene hasta el día de hoy.




¿Qué hacer en Iquique?

El centro histórico de Iquique es como dar un verdadero viaje a los años 20, en plena época del auge salitrero. La mejor forma de conocerlo es dando un paseo por el paseo Baquedano, entre la Torre del Reloj y la plaza 21 de Mayo, donde se encuentra con la costanera. Además de edificios clásicos, este paseo guarda el Museo Naval de Iquique, el Palacio Astoreca y muy buenas opciones para salir a comer.

Desde el muelle Prat zarpan las lanchas que navegan rumbo a la boya Esmeralda, el punto exacto donde se hundió este barco el 21 de mayo de 1879. Para hacerte una idea de cómo era esta embarcación, visita también el Museo Corbeta Esmeralda, con una réplica a escala real de la nave que hizo tan célebre la figura de Arturo Prat.


A partir de octubre, cuando los días comienzan a ponerse más cálidos, Cavancha se convierte en el epicentro de la vida iquiqueña. Se trata de la playa más grande de la ciudad, con olas perfectas para practicar surf y aguas a una temperatura mucho más alta que las del resto de Chile. Desde ahí se pueden ver los parapentes volar desde las dunas del cerro Dragón, un panorama sólo apto para aventureros.

Considera al menos un día para visitar el Mall ZOFRI. Ubicado muy cerca de la zona portuaria, este centro comercial es considerado zona franca, por lo que vende muchísimos productos de todo tipo libres de impuesto. Sin duda, lo más conveniente son los perfumes y los artículos de electrónica, convirtiéndose así en uno de los sitios más entretenidos que ver en Iquique.




¿Qué hacer en los alrededores de Iquique?

Ex saliteras de Humberstone y Santa Laura

A principios del siglo XX, los pueblos de Humberstone y Santa Laura vivían la época dorada del salitre. Sin embargo, ambas localidades quedaron completamente abandonadas en 1960, tras la crisis provocada por la invención del salitre sintético.

Hoy poco queda aquellos esplendorosos años, pero ambos pueblos fantasmas aún mantienen en pie sus grandes tesoros que por tanto tiempo los llenaron de vida. El hecho de que edificaciones como teatros, pulperías, piscinas, iglesias, escuelas y casas no hayan sido destruidas, llevó a la UNESCO a declarar a las ex salitreras de Humberstone y Santa Laura Patrimonio Cultural de la Humanidad.

La visita a estos lugares es un imperdible ubicado a sólo 47 kilómetros de Iquique, justo al llegar a la Panamericana.




La Tirana

Tomando la Panamericana hacia el sur, poco antes de llegar a la Reserva Natural Pampa del Tamarugal, se encuentra el pueblo de La Tirana. Allí, cada 16 de julio se lleva a cabo una de las fiestas religiosas más importantes de Chile, en honor a la Virgen del Carmen.

La festividad se celebra entre el 12 y el 18 de julio con diversas muestras culturales, comparsas, misas y vigilias, convocando a miles de viajeros que llegan atraídos por esta celebración que ha alcanzado fama mundial. De todas maneras, vayas en la fecha que vayas, no te pierdas la oportunidad de conocer el pueblo y su iglesia.




Oasis de Pica

Hacia el interior del desierto de Atacama se vislumbra un oasis, cuyo corazón es el pueblo de Pica. Su gran fama ha sido otorgada por los tradicionales limones con los que se hacen cientos de preparaciones en todo el norte, siendo el pisco sour la más famosa.

En el oasis puede visitar también el Valle de los Dinosaurios, con réplicas de algunas especies, y las famosas cochas, pozones de agua muy típicos del Altiplano, siendo Resbaladero la más popular. No te olvides de llevar traje de baño, toalla y sandalias.




Parque Nacional Salar de Huasco

Continuando por Pica hacia el altiplano llegarás al Parque Nacional Salar de Huasco. Debes considerar que su altura puede alcanzar los 4.500 metros sobre el nivel del mar, pero tomando las precauciones puedes evitar el mal de altura para disfrutar de sus impresionantes paisajes. En él se ubica uno de los humedales más importantes del altiplano por la reserva hídrica que significa, convirtiéndose en el hábitat de flamencos, parinas, llamas y vicuñas, entre muchos otros animales que fácilmente se dejan ver.




Geoglifos de Pintados

En plena Pampa del Tamarugal existen alrededor de 450 figuras desarrolladas por pueblos prehispánicos entre los años 700 y 1500 d.C. Son los Geoglifos de Pintados, impresionantes dibujos realizados en las laderas del cerro con formas geométricas, de animales y de humanos, que habrían sido utilizadas para guiar a las caravanas de viajeros.




Termas de Mamiña

Son un panorama perfecto para escaparte un día desde Iquique, relajarte y disfrutar de este tranquilo panorama. El pueblo de Mamiña se ubica a 1.700 metros sobre el nivel del mar, con vistas impresionantes hacia el valle, y en él hay muchos lugares para disfrutar de las aguas termales.

Si bien algunos sitios son más rústicos que otros, los más famosos son los Baños de Ipla, cuyas aguas pueden alcanzar los 45°C y son ideales para quienes sufren de reumatismo, artritis, artrosis, etcétera. Ojo, que no son aptos para enfermos del corazón ni embarazadas.




Parque Nacional Volgán Isluga

Este sitio se encuentra en el altiplano hacia el norte de Iquique, muy cerca del límite con la Región de Arica y Parinacota y de la frontera con Bolivia. Custodiado por el imponente volcán Isluga, una enorme biodiversidad se concentra en torno a sus lagunas, siendo fácil ver vicuñas, flamencos y taguas andinas, entre otras especies.

Pero, definitivamente, el mayor atractivo del Parque Nacional Volcán Isluga son los géisers de Puchuldiza. Te sorprenderás con este campo geotérmico compuesto por diez pozones de agua de los que, durante el amanecer, emanan fumarolas impresionantes. Sin embargo, el mayor espectáculo se da en invierno, cuando la temperatura es tan baja que congela el agua que sale de las pozas, creando auténticas esculturas de hielo sostenidas en el aire.




Laguna Roja

En realidad, la laguna Roja se ubica en la comuna de Camarones, en la Región de Arica y Parinacota, pero la forma más fácil de acceder a ella es desde Tarapacá. Forma parte de las lagunas de Amuyo, pues junto a ella están también la Amarilla y la Verde.

¿Por qué tienen estos colores? Nadie lo sabe. Recién en 2009 fueron descubiertas por el turismo, aunque muchas son las leyendas aimaras que rondan en torno a ellas. Por ejemplo, a la laguna Roja se le atribuyen desapariciones misteriosas, mientras que, según dicen, de las otras dos emanarían burbujas al verse rodeadas por gente desagradable.

De lo que sí se tiene certeza es de que las aguas de la laguna Roja están entre 40 y 50°C, y que no

es recomendable bañarse en ella por la posible presencia de minerales que podrían ser dañinos

para la salud. Y quién sabe, quizás podrías desaparecer.





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